Después de tres días de intensas negociaciones entre el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo de Europa, la Unión Europea ha promulgado la Ley de Inteligencia Artificial (AI Act), marcando un hito histórico en la regulación global de esta tecnología. La nueva legislación tiene como objetivo principal garantizar la seguridad y el respeto de los derechos fundamentales de los ciudadanos europeos, así como fomentar la inversión e innovación en inteligencia artificial en Europa.
La Secretaria de Estado española de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, ha calificado la ley como un “logro histórico” que logra mantener un equilibrio delicado entre impulsar la innovación y proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos.
La Ley de IA clasifica los sistemas de inteligencia artificial según su nivel de riesgo, estableciendo diferentes requisitos y restricciones para cada categoría. Entre ellas, la más destacada es la prohibición categórica de los sistemas de IA clasificados como “riesgo inaceptable”. Estos incluyen aquellas tecnologías destinadas a la manipulación personal que limiten el libre albedrío de las personas, como el reconocimiento de emociones en el entorno laboral.
Además, la legislación prohíbe el uso de inteligencia artificial por parte de gobiernos y empresas para controlar el comportamiento de trabajadores o ciudadanos. La recolección pública de datos biométricos para fines policiales también se vetará, a excepción de casos de delitos muy graves como terrorismo o agresiones sexuales.
La nueva normativa establece fuertes sanciones para aquellos que violen estas prohibiciones, con multas que van desde los 35 millones de euros o el 7% de la facturación anual en casos de violaciones flagrantes, hasta los 15 millones de euros o el 3%, y 7.5 millones de euros o el 1.5% en casos menores, siempre teniendo que pagar el importe más elevado.
Sin embargo, la implementación completa del AI Act no se espera hasta al menos 2026. Esta legislación pionera refleja el compromiso de la Unión Europea de liderar en la regulación ética de la inteligencia artificial y proteger los derechos de sus ciudadanos en la era digital.